
El 5 de abril de 1915 se estrenaron en la Sala Granados de Barcelona (una pequeña sala de conciertos que ojalá se pudiera recuperar) las
Canciones amatorias de Enric Granados; las cantó la soprano Conxita Badia acompañada al piano por el propio compositor. Un par de meses después de aquella primera interpretación Badia y Granados volvían a interpretar algunas de las canciones junto con otras piezas. En noviembre de aquel 1915 Granados embarcó hacia Estados Unidos y, como bien sabemos, nunca regresó de aquel viaje. Las
Canciones amatorias quedaron por tanto como su segundo y último ciclo, eclipsado a menudo por la popularidad del [...]