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Friedrich Rückert
Friedrich Rückert
 
Fünf Lieder nach Texten von Friedrich Rückert. Esta obra de Mahler, a la que habitualmente nos referimos como Rückert Lieder, dio a conocer el nombre del poeta a los melómanos. Consciente o inconscientemente, Mahler reconoció el enorme papel que Friedrich Rückert (1788-1866) ha jugado en la historia del lied dando ese nombre a sus canciones, que no son las únicas que escribió a partir de textos de Rückert: también son suyos los de Kindertotenlieder. Antes que Mahler se habían fijado en este poeta Schubert, Loewe, Schumann, Brahms y Wolf; algo después, Strauss. Incluso a finales del siglo XX inspiró a Hans Werner Henze su ciclo Sechs Gesänge aus dem Arabischen.

Imaginemos una lista con los mejores lieder de la historia. Muchos de ellos tendrían poemas de Goethe o Heine, parece lógico tratándose de grandes nombres de la literatura alemana; también aparecerían en la lista poetas “menores” (siempre con respecto a gigantes de la talla de los mencionados) como Wilhelm Müller, no en vano es el autor de los poemas de Die schöne Müllerin o Winterreise. El caso de Rückert, que entraría también en esa categoría de “menores”, llama la atención porque en esa lista entrarían un nada desdeñable número de poemas suyos vinculados a diferentes compositores. Algo tiene su poesía que inspira especialmente, y por ese motivo dedicamos este artículo a un poeta y no a un compositor; estará dividido en dos partes (este mes y el próximo), y, dada la extensísima obra poética de Rückert, nos centraremos en los tres poemarios con más importancia en el lied.

Decíamos que la obra de Rückert es enorme, más de diez mil poemas; el escritor publicó una pequeña parte en revistas y un par de poemarios aislados antes de publicar sus obras completas, recogidas en seis volúmenes y reordenadas. Tras su muerte, treinta años después de esta edición, se publicaron de nuevo las obras completas (que en realidad tampoco son exhaustivas) incluyendo las escritas en esos años, esta vez en una colección de doce volúmenes. Estas obras completas se reeditaron varias veces y también se publicaron selecciones, por lo que no es sencillo seguir la pista en la bibliografía a los poemas utilizados en los lieder por los diferentes compositores. Por poner un ejemplo, uno de los poemarios en los que nos detendremos, Östliche Rosen, se publicó inicialmente en un volumen dividido en tres partes; en las obras completas publicadas por Rückert se incluye en el cuarto volumen, mientras que en las póstumas forma parte de una recopilación, Wanderung, repartido entre los volúmenes cinco y seis. Para sortear este laberinto, y dado que se encuentran fácilmente con ese título en las ediciones modernas, nos referiremos a los poemarios por su titulo original. Es decir, siguiendo con el ejemplo, hablaremos simplemente Östliche Rosen.

Friedrich Rückert nació en 1788 en Schweinfurt (Baviera). En 1805 comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad de Würzburg y en 1808 los de Filosofía y Estética en la de Heidelberg. Tras graduarse en 1811 se dedicó a la docencia durante un tiempo y fue editor, entre 1815 y 1817, de la revista Morgenblatt für gebildete Stände, en la que publicó poemas épicos, de temática política e histórica bajo el pseudónimo de Freimund Raimar. Con ese nombre publicó también su primer volumen de poesía, Deutsche Gedichte, en el que insistía en los temas políticos, especialmente el rechazo a los avances de Napoleón; una de las colecciones del volumen, los Geharnischten Sonette, le dieron gran popularidad.

En 1817 viajó a Italia y desde allí en 1818 a Viena, donde conoció al orientalista Joseph von Hammer-Purgstall, un hecho que marcó enormemente su vida: junto con Hammer-Purgstall, Rückert fue uno de los más eminentes orientalistas alemanes. Empezó por estudiar árabe, persa, hindi y chino y llegó a estudiar y traducir obra literaria a lo largo de su vida en más de cuarenta lenguas orientales diferentes. Entre sus traducciones se cuentan las de la poesía de Hafiz, Omar Khayyám, Abu Tammam o la del Corán.

Hammer-Purgstall había traducido el Diwan des Hafis, una compilación de poesía del poeta persa del siglo XIV, y esta obra inspiró a Goethe su West-östlichen Diwan. Inspirado a su vez por ambos, Rückert escribió entre 1819 y 1821 un volumen de poesía publicado a principios de 1822, Östliche Rosen, cuyo subtítulo, Liebeslieder aus Sonnenaufgangsländern, que podríamos traducir aproximadamente como “Canciones de amor de lejanas tierras soleadas”, da una idea clara de sus contenido: como Goethe, a quien homenajea en el primer poema de la colección, Rückert adopta las formas poéticas y las imágenes de la poesía oriental para escribir su poesía alemana, abandonando así los temas políticos en su poesía en favor de los amorosos.
 
Los lieder a partir de Östliche Rosen
 
En este punto hacemos nuestra primera parada musical, porque casi inmediatamente tras la publicación de Östliche Rosen, Franz Schubert eligió seis de los trescientos sesenta y cinco poemas que lo forman para componer seis lieder. El primer encuentro entre Rückert y el lied (quizá sea osado afirmar que sea el primer encuentro pero parece poco probable que hubiera otro antes, dado lo temprano del género y la temática poco dada al lied de las obras de Freimund Raimar) fue feliz; más que feliz, porque entre sus frutos se cuentan al menos dos obras que no podrían faltar en esa colección de obras maestras que imaginábamos antes.
 
Friedrich Rückert
Primera edición de Östliche Rosen
 
Hablamos, en primer lugar, de Du bist die Ruh, D776, una de las más hermosas canciones de amor jamás escritas (de nuevo una afirmación osada, o quizá no tanto porque al fin y al cabo, nos movemos en materia opinable y no demostrable); ternura, deseo, emoción y entrega en una canción íntima y recogida, casi una oración profana. La segunda de las obras maestras es Sei mir gegrüßt, D741, otra canción de amor; casi todos los lieder con poema de Rückert de Schubert lo son. En esta ocasión nos encontramos con un gazal, una forma propia de la poesía persa que suele cantar a las separaciones de los amantes y a la belleza del amor a pesar incluso de la separación. Una de las características de los gazales es la repetición de uno o dos versos, en este caso concreto, los casi obsesivos “Sei mir gegrüßt, sei mir geküßt” que cierran cada estrofa; el resto de los versos de cada estrofa tiene rima libre excepto el penúltimo (en este caso, todos tienen la terminación -usse). En este bellísimo lied el amor es capaz de borrar el tiempo y el espacio que separan a los amantes.

También es un gazal el precioso Daß sie hier gewesen, D775 que de nuevo alude a una ausencia; Schubert compuso una refinada canción, sorprendente en su originalidad; podríamos situarla más cerca del universo musical de Wolf que en los primeros años del lied. De carácter muy diferente, chispeante a pesar del llanto del título, es Lachen un weinen, D777. Menos conocidos son los dos lieder restantes, Greisengesang D778, una reflexión sobre la vejez y el amor curiosamente escrita por un hombre de veinticinco años a partir de un poema escrito por uno de treinta y Die Wallfahrt, D778a, un brevísimo lieder, posiblemente incompleto, recuperado en 1968.

Los manuscritos de estos seis lieder, los únicos que Schubert escribió con poemas de Rückert (murió antes de que se publicara el siguiente poemario) se perdieron y no se puede datar con exactitud la fecha de su composición, aunque con toda probabilidad está entre finales de 1822 y el verano de 1823, según se deduce de algunos comentarios de Schubert y sus amigos y, sobre todo, de la publicación de Sei mir gegrüßt en abril 1823 (es el no. 1 de Drei Lieder, Op. 20). El resto de los lieder se publicaron en 1826: los D775, D776 y D777 en Vier Lieder, Op. 59 y el D778 en Zwei Lieder, Op. 60.

Aunque Schubert es el compositor más relacionado con Östliche Rosen merece la pena mencionar algunos lieder más de otros compositores. Por ejemplo, Aus den östlichen Rosen, de Robert Schumann, el penúltimo de los veintiséis lieder de Myrten, Op. 25, compuestos en 1840; aunque no tiene forma de gazal, el poema habla de nuevo de la separación entre los amantes, una situación dolorosamente real en el caso de Robert y Clara. Volveremos sobre este episodio en la segunda parte del artículo porque Aus den östlichen Rosen no es el único lied con poema de Rücker que contiene. Aún una obra más de Schumann inspirada en Östliche Rosen, aunque sin palabras: Bilder aus Osten, Op. 60, una colección de seis impromptus para cuatro manos compuesta en 1848.

Otro compositor que se fijó en Östliche Rosen es Richard Strauss, que más de cien años después que Schubert compuso Vom künftigen Alter, el no. 1 de su Opus 87, con el mismo poema que Schubert tituló Greisengesang (conviene aclarar que en la primera edición de la colección los poemas no tenían título; en la siguiente edición Rückert los tituló y Strauss mantuvo el nombre). Strauss utilizó las cinco estrofas del poema, mientras que Schubert prescindió de la última. En el mismo Opus, publicado póstumamente en 1964, hay otros dos lieder con textos de Östliche Rosen, nuevamente dos gazales: Und dann nicht mehr e Im Sonneschein, un lied escrito para bajo. En el caso de Strauss no hablamos de obras maestras, pero estos lieder quasidesconocidos, compuestos para bajo y piano, merecen mejor suerte.
 
Frauentaschenbuch de 1822
Frauentaschenbuch de 1822
 
Volvamos a Rückert, a quien habíamos dejado inmerso en sus estudios y traducciones de poesía árabe y persa. Entre 1821 y 1825 fue editor del Frauentaschenbuch, el almanaque más importante de los muchos que se publicaron en la primera mitad del siglo XIX en Alemania; allí publicaron sus obras autores como E.T.A Hoffmann, Joseph von Eichendorff y, por supuesto, el propio Rückert, que dejó la revista en 1826 al aceptar una plaza de profesor de lenguas orientales en la Universidad de Erlangen. En 1821 se prometió con Luise Wiethaus-Fischer, y en los años siguientes escribió los poemas que compondrían Liebesfrühling, el segundo de los títulos en el que nos detenemos. Pero eso será el próximo mes.
 
Audiciones

Acabamos esta primera parte del artículo escuchando algunos de los lieder que hemos mencionado:
 
Liebesfrühling
  • Du bist die Ruh (F. Schubert), en una gran versión de Peter Pears y Benjamin Britten, editada por primera vez por DECCA en la caja “Britten - The Performer”.
  • Dass sie hier gewesen (F. Schubert), interpretada por Bernarda Fink y Gerold Huber.
  • Die Wallfahrt (F. Schubert), en una de las escasas grabaciones disponibles, la de la integral de lieder de Schubert de Naxos, interpretada por Florian Boesch y Burkhard Kehring.
  • Greisengesang (F. Schubert), en la versión de Matthias Goerne y Alexander Schmalcz y Vom künftigen Alter (R. Strauss), interpretada por Michael Volle y Helmut Deutsch, una oportunidad de comparar dos versiones del mismo poema separadas por un siglo.
  • Aus den östlichen Rosen (R. Schumann), para acabar, en una versión estupenda, la de Felicity Lott y Graham Johnson.
Finalmente, recordar que en el artículo Los orígenes del orientalismo en la mélodie francesa, publicado el mes de septiembre, escuchamos Sei mir gegrüßt (F. Schubert) interpretada por Hans Hotter y Gerald Moore.
 

 
Artículo publicado en Codalario Premium (noviembre 2014)