Continuem amb els treballs dels alumnes del Màster en Lied de l'ESMUC; aquesta tercera setmana de juliol, el cantant Elías Juan Ongay ens parla de Die Lotosblume; l'entregistrament que ha triat és el de Hermann Prey i Leonard Hokanson. Gràcies, Elías Juan!

Die Lotosblume
Nenúfares en Kew Garden - S. Pujalte
 

El ciclo de canciones “Myrthen” Op. 25 de Robert Schumann fue compuesto en el prolífico año de 1840, y con un motivo muy especial: era el regalo de bodas para su esposa Clara Wieck con quien finalmente, juicio mediante con su suegro, podría casarse ese año.

Como dijimos 1840 fue un año de extensa producción para Schumann, parece increíble constatar que sus grandes ciclos de Lieder “Liederkreis” Op. 39, “Frauenliebe und Leben” Op. 42 y “Dichterliebe” Op. 48 fueron también compuestos en ese sólo año.

En todos los casos utiliza solo un poeta para cada ciclo: Joseph von Eichendorff para el “Liederkreis” Op. 39, Adalbert von Chamisso para “Frauenliebe und Leben” Op. 42 y a Heinrich Heine para el “Dichterliebe” Op. 48 pero como decía, la concepción de “Myrthen” fue diferente, estaba especialmente inspirado y dedicado a Clara, en él pareciera que Schumann quiso contarle su propia historia con ella, retratando la naturaleza del hombre y la mujer y su la relación entre ambos. Para ello se vale de varios poetas: Goethe, Rückert, Th. Moore, Heine, Burns, Byron y J. Mosen adaptando esa elección de poemas a su autoexpresión.

Eric Sams en su libro “The songs of Robert Schumann” aventura que si alguien buscara cuáles son los impulsos subconscientes que guiaron a Schumann a elegir cada canción y su contexto en el ciclo, “Die Lotosblume” (La flor del Loto) y “Du bist wie eine blume” (Tú eres como una flor) ambos de Heinrich Heine serían producto del enorme amor, cercano a la adoración, que tenía Robert por Clara.

Por el lado del poeta, Heinrich Heine, el poema “Die Lotosblume” forma parte de los “Lyrysche Intermezzo” ciclo que pareciera reflejar la propia historia de amor con su prima con quien mantuvo un intenso romance aún después que ella contrajera matrimonio y que se desarrolló en los mismos años en que escribe estos poemas.

Esa idea del encuentro secreto de los amantes en la noche aparece patente en el poema de “Die Lotosblume”.

Die Lotusblume ängstigt
Sich vor der Sonne Pracht
Und mit gesenktem Haupte
Erwartet sie träumend die Nacht.

Der Mond, der ist ihr Buhle
Er weckt sie mit seinem Licht,
Und ihm entschleiert sie freundlich
Ihr frommes Blumengesicht,

Sie blüht und glüht und leuchtet
Und starret stumm in die Höh';
Sie duftet und weinet und zittert
Vor Liebe und Liebesweh.

La flor de loto se asusta
del resplandor del sol
y con la cabeza inclinada
espera soñando la noche.

La luna, que es su amado,
le despierta con su luz
y descubre amigablemente
su amable rostro de flor.

Ella florece, brilla y arde
y permanece muda creciendo,
difunde su olor, llora y tiembla
de amor y nostalgia de amor.

(traducción de Elisa Rapado)

 

Musicalmente Schumann le proporciona al poema un constante y suave colchón de negras que reflejan un ensoñamiento estático y aportan expectativa al relato del encuentro amoroso entre la flor del Loto y la luna (en verdad El luno, ya que para los alemanes este sustantivo es masculino), pues ella espera cabizbaja durante el día su llegada hasta que cuando eso ocurre ella se desenvuelve, abre y se muestra a su esperado amante y entonces se perfuma, llora y tiembla. Todo este momento (Sie blüht unf glüht und leuchtet, und starret stumm in die Höh´, Sie dustet und weinet und zittert) es intensificado con un acelerando y crescendo hasta la llegada a la palabra zittert (tiembla) en lo que es una magnifica plasmación tanto poética como musical del encuentro amoroso más íntimo y pasional que uno pueda imaginarse entre dos amantes que solo cuentan con ese momento, la noche, para consumar su encuentro.

Pero la flor del Loto tiembla no sólo de amor, sino también de penas de amor. Si nos remontamos a la historia de amor de Heine y su prima, que fue la mayoría de las veces clandestina, podemos darnos una mejor idea de lo que representan para dos ardientes amantes esos pocos momentos de encuentro y desinhibición completa de sus sentimientos más viscerales así como la frustración ante la imposibilidad de que esa relación y ese amor del uno por el otro sea aceptado socialmente.

En este último aspecto podríamos decir que la historia de amor de Robert y Clara tiene finalmente su merecida redención cuando logran casarse en 1840.

 
 
Die Lotosblume
 

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